¿Sabías que cada que subes una foto de tus hijos a las redes sociales aumentas los riesgos de alimentar la identidad virtual de tu hijo? ¡Descubre cómo la era digital impacta en la privacidad y desarrollo de los niños! Mira este vídeo donde se explica cómo tus publicaciones ponen en riesgo la identidad virtual de tus hijos:

Un informe reciente presentado al Consejo de Derechos Humanos revela que aproximadamente el 80% de los niños en países desarrollados de Occidente ya tienen una presencia digital antes de cumplir los dos años. Esto se debe principalmente a las acciones de sus familiares. [1] Mientras los padres se convierten en los primeros en criar a una generación de «niños digitales», sus hijos son los primeros en nacer en la era digital. En el informe final de su mandato de seis años, el Relator Especial sobre el derecho a la privacidad, Joseph Cannataci, examina cómo esto afecta tanto la privacidad como el desarrollo de los niños, destacando la importancia de proteger la privacidad de los niños al tomar en cuenta sus puntos de vista y tratarlos seriamente. [2]

¿Qué es la identidad virtual?

En el mundo digital, nuestra identidad se divide en dos: una identidad real y una identidad virtual, que representan diferentes aspectos de nuestra personalidad. La tecnología nos brinda la oportunidad de crear identidades en línea, donde podemos expresar nuestras expectativas y deseos. En el mundo digital, podemos construir una identidad distinta utilizando los recursos disponibles en la red. Este proceso de definición y recreación de uno mismo está influenciado por factores tanto subjetivos como ambientales. [3] Según el modelo conceptual propuesto por Nagy y Koles, la identidad virtual es un constructo multidimensional compuesto por tres niveles: individual, micro y macro, que contribuyen a su formación. [4]

Aunque puedan parecer ficticias y carecer de tangibilidad, su influencia es real y poderosa. Estas identidades están condicionadas por las reglas y estructuras impuestas por las redes sociales, lo que crea una dinámica contradictoria y, a veces, peligrosa. [5] Por un lado, tendemos a considerarlas como ficciones debido a su naturaleza virtual. Por otro lado, les otorgamos una importancia significativa y basamos nuestras interacciones en ellas. [6] Las hemos convertido en ficciones reales, como el arte. Además, estas identidades virtuales están empezando a alterar la forma en que percibimos nuestras propias identidades reales. La influencia de las redes sociales, especialmente de plataformas como Facebook, ha creado una «ideología de identidad fija» que afecta la fluidez y versatilidad de nuestras identidades reales. [7] Esto se debe al control y poder ejercido por quienes administran estas redes y a los algoritmos que las rigen. [8] Es decir, el concepto de identidad está evolucionando en función del control ejercido por las redes sociales y del sistema capitalista actual, en lugar de ser una invención autónoma o impulsada por la tecnología.

Los riesgos para los niños

Los riesgos de la identidad virtual y el uso indebido de datos en el mundo digital presentan riesgos para los niños. Por ejemplo, el abuso sexual en línea y la recopilación de su información personal, especialmente para el mercado de publicidad en línea. Esto significa que los mercadólogos pueden dirigirse a niños pequeños, quienes no pueden diferenciar entre publicidad y contenido o entre ficción y realidad. Estos riesgos pueden limitar su desarrollo personal en la infancia, adolescencia e incluso en la adultez. Incluso pueden afectar su salud mental, emocional y física. [9] El Relator Especial sobre el derecho a la privacidad, Joseph Cannataci, destaca que, para contrarrestar este abuso, se requieren estrategias basadas en los derechos humanos. [10]

Si bien el espacio digital puede tener muchos beneficios para el desarrollo de los niños, es importante que disfruten de sus derechos de desarrollo personal sin obstáculos y sin verse afectados por prácticas comerciales. [11] Se enfatiza el derecho de los niños a recibir educación sobre relaciones sexuales saludables, consentimiento y prácticas seguras, lo que ayuda a proteger y promover su privacidad, autonomía y bienestar, especialmente para los jóvenes LGBTQI. [12] Además, se destaca la importancia de crear conciencia sobre la responsabilidad en el manejo de fotos y datos a través de campañas como «ShareWithCare». [13] A medida que el metaverso y las identidades digitales se expanden, es esencial construir un entorno seguro y proteger los derechos y la privacidad de los usuarios, especialmente los más jóvenes.

Riesgos para los padres: sharenting

El sharenting es la posible demanda legal que enfrentamos al publicar fotos de nuestros hijos en redes sociales, debido a los riesgos de su identidad virtual. La compartición descuidada de imágenes de niños en línea representa un riesgo significativo para su privacidad y seguridad. [14] Estudios revelan que, a los cinco años, el promedio de un niño ya tiene 1.500 imágenes de sí mismo en línea. [15] Para asegurar la participación segura y empoderada de las personas en el mundo digital, es fundamental promover habilidades digitales y conciencia mediática tanto entre los niños como entre los padres. Además, los Estados deben establecer prácticas y leyes adecuadas para salvaguardar los derechos de los niños y garantizar que tengan acceso a información sobre cómo ejercer sus derechos. [16]

El informe destaca la importancia de la ingeniería de privacidad en las tecnologías. Además, promueve la educación en alfabetización digital para capacitar a los niños y a sus familias en el uso reflexivo y seguro de la tecnología. [17] Sin embargo, se enfatiza que las soluciones técnicas y la alfabetización digital por sí solas no son suficientes. Es fundamental que los Estados tomen medidas enérgicas y sostenidas para abordar las desigualdades estructurales. Deberán proteger la privacidad, la protección de datos y la seguridad de los niños. [18] Al reconocer a los niños como individuos con derechos y libertades, se puede maximizar el potencial positivo del espacio digital y mitigar los abusos en línea. De esta manera, podrán evitar los padres de sufrir una demanda por haber violado los derechos de sus hijos.