La llave maestra de la riqueza nos enseña que algunas personas buscan el camino fácil hacia la riqueza, esperando encontrarla sin dar nada a cambio pero la vida nos muestra que no se da nada a cambio por nada; también piensan que la riqueza depende únicamente del dinero, pero solo este no nos traerá la felicidad, porque debe ir acompañado de otras riquezas, en este libro el autor nos propone doce riquezas:
Actitud mental positiva.- Todas las riquezas sin importar su naturaleza empiezan con un estado mental, sobre el cual tenemos el control completo y absoluto. Una actitud mental positiva es el inicio de la riqueza de naturaleza material o intangible.
Buena salud física.- Una buena condición física nos permitirá alcanzar todo lo que nos propongamos he ahí la importancia del cuidado de nuestro cuerpo con una buena alimentación y ejercicio.
Armonía en las relaciones humanas.- Es importante estar en armonía con nosotros mismos para poder armonizar con los demás.
Libertad del temor.- Como seres humanos no estamos exentos de tener temor a algo, por ello cuando estos aparezcan debemos eliminarlos antes que se fortalezcan.
La esperanza del logro.- La mayor de todas las formas de felicidad proviene como resultado de la esperanza del logro de un deseo aún no alcanzado.
La fuerza de la fe.- La fe es el componente químico espiritual que cuando se mezcla con oración nos da la conexión directa e inmediata con la inteligencia infinita.
La disposición de compartir sus propias bendiciones.- Quien no ha aprendido la bendición de compartir no ha aprendido la verdadera ruta de la felicidad, ya que esta se experimenta únicamente cuando se comparte.
La obra del amor.- No hay hombre más rico que aquel que ha experimentado la obra del amor y que se halla intensamente ocupado en realizarla.
Una mente abierta en todos los ámbitos.- Esto nos lleva a la tolerancia la cual se expresa en las personas que tienen una mente abierta respecto a todos los temas y a toda hora.
La autodisciplina.- El hombre que no es capaz de dominarse a sí mismo no está en capacidad de dominar nada. Quien puede dominarse a sí mismo, puede convertirse en el artífice de su propio destino. La mayor forma de autodisciplina consiste en la expresión de humildad de corazón cuando uno ha alcanzado las grandes riquezas o lo que comúnmente se llama éxito.
La capacidad de entender a las personas. – Los que entienden a otros deben poder entenderse a sí mismos. Esta capacidad elimina muchas de las causas comunes de fricción entre las personas. Es la fuente de toda amistad y la base de toda armonía y cooperación.
La seguridad económica.- No se obtiene por la posesión del dinero únicamente, se alcanza por el servicio que uno rinde, por el servicio útil que puede ser convertido en diferentes formas que satisfacen las necesidades humanas, con o sin el uso del dinero.
La claridad de propósito
La responsabilidad que tenemos es de averiguar qué es lo que deseamos en la vida, hacia donde nos dirigimos y lo que haremos cuando lleguemos allá. Esta es una responsabilidad que nadie excepto nosotros mismos debemos asumir.
La falta de preparación académica, la de capital o de pericia técnica, no son verdaderos obstáculos al momento de establecer la meta mayor en la vida, cualquiera que esta sea.
Cuando nuestro momento de escoger llega, no debemos desanimarnos si amigos o familiares cercanos nos llaman soñadores, entonces debemos recordar que los soñadores han sido los precursores del progreso humano. Adicionalmente debemos considerar que de cada cien personas noventa y ocho deciden nunca asumir esta responsabilidad; esta es la razón por la cual solo dos de cada cien personas pueden ser consideradas exitosas.
El hábito de ir una milla extra
Ir una milla extra se traduce en rendir un servicio mejor y más abundante, con actitud mental positiva. Un ejemplo de este hábito es la naturaleza, la cual va una milla más allá produciendo lo suficiente para cada ser vivo, asegurando la perpetuación de las especies y permitiendo un margen para emergencias de toda clase. Si esto no fuera así las especies pronto se extinguirían.
Ciertamente vale la pena ir una milla más allá, la compensación puede manifestarse de diversas maneras, el aumento en el pago puede ser una de esas formas, las promociones no se hacen esperar. También se deriva de ello condiciones favorables de trabajo y relaciones humanas agradables. Y todo esto conduce a la seguridad económica.
El amor, el verdadero emancipador de la humanidad
El amor es lo más grande que puede experimentar el ser humano, lo pone en contacto directo con la inteligencia infinita; es el factor vital, la fuente de la acción de todos los esfuerzos creativos que han conducido a la humanidad a su situación actual.
El hábito de ir una milla extra conduce al desarrollo del espíritu del amor, ya que no puede haber mayor expresión de amor que la manifestación de servicio que se rinde con altruismo para el beneficio de otros.
La mente maestra
Es la alianza de dos o más mentes que se unen en un espíritu de perfecta armonía y cooperación, las cuales tienen como objetivo alcanzar una meta definida.
El hombre que tiene un propósito hará un inventario cuidadoso de cada persona con la que se relaciona, y verá a cada una como una posible fuente de conocimiento o influencia que le podrán ser útiles para alcanzar el logro de sus metas.
La educación de un hombre nunca termina, el que desea alcanzar su propósito deberá estar dispuesto a aprender de toda fuente posible. El hombre exitoso se ocupa en leer libros relacionados con su propósito, para ello deberá establecer un programa diario de lectura, tal como se planea una dieta, porque la lectura es el alimento sin el cual no podemos crecer mentalmente.
Sin embargo la lectura, no es la única fuente de formación; ningún hombre puede alcanzar el éxito en la vida sin cultivar el hábito de hacer amistades, al ser estas de diferentes ocupaciones los conocimientos son variados.
El matrimonio es la alianza más importante que un hombre puede experimentar ya que vincula a dos personas en sentido económico, físico, mental y espiritual. Una buena relación de pareja es un bien invaluable que puede conducir a alcanzar grandes logros.
La fe aplicada
La fe es un estado mental a través del cual los objetivos, los deseos y las intenciones de uno pueden traducirse en el equivalente físico o financiero.
La fe suministra recursividad a la mente, permitiéndole sacar provecho a todo lo que se vive; reconoce oportunidades favorables en todas las circunstancias de la vida, hasta el punto en que la fe suministra los medios para convertir cada fracaso y derrota en un éxito de dimensiones equivalentes.
La fe no fija límites en cuanto a la libertad o a las riquezas que se puedan alcanzar, por el contrario guía a cada hombre hacia la realización de sus deseos, sean estos grandes o pequeños. Y aunque la fe es un poder que los científicos no pueden comprender, está al alcance de la compresión de los más humildes ya que es una posesión accesible a toda la humanidad.
La ley universal de la fuerza del hábito
Todo hombre esta donde esta y es lo que es debido a sus hábitos, pensamientos y hechos. El propósito de esta filosofía es ayudar al individuo a cultivar la clase correcta de hábitos que lo llevarán desde el lugar donde se encuentra al lugar donde desea llegar.
La mayoría de las personas que alcanzan los mayores niveles de éxito, rara vez lo hacen sin antes haber experimentado algún tipo de tragedia o emergencia, que haya tocado lo más profundo de su ser y los haya hecho encontrarse con el fracaso.
La explicación para este fenómeno es fácilmente reconocible para quienes entienden la ley universal de la fuerza del hábito, consiste en el hecho de que tales tragedias y desastres sirven para romper los hábitos establecidos del hombre, hábitos que probablemente lo condujeron a los resultados inevitables del fracaso, rompiendo así el sostén de esa fuerza de hábito negativa y formulando nuevos y mejores hábitos.
La autodisciplina
La autodisciplina ayudará a la persona a controlar su actitud mental, la cual le ayudará a dominar toda circunstancia de la vida y convierte cada adversidad, cada derrota, cada fracaso en un bien de alcance equivalente.
Una mente que esta acondicionada mediante la autodisciplina y dirigida a alcanzar fines específicos, contiene un poder que no reconoce la derrota y cuando se encuentra con ella en el camino la reordena y la convierte en victoria; es decir convierte las piedras de tropiezo en piedras de apoyo.
He aprendido que todo el que adquiere riquezas duraderas ha ascendido por la escalera de la abundancia con las dos manos extendidas, una mano extendida hacia arriba para recibir la ayuda de los que han alcanzado la cima y la otra extendida hacia abajo para ayudar a los que vienen atrás en ascenso.
Napoleón Hill