Hoy en día, todas las personas hablan sobre innovación y la importancia que tiene en un mundo tecnológicamente desarrollado, donde la competitividad se acentúa entre otros aspectos por la forma como se venden los productos.

En este orden de ideas, me saltan preguntas como… ¿Cuándo se puede innovar? y, en primera instancia se podría decir que todo el tiempo.  Sin embargo, la clave para esto es una actitud positiva y no olvidemos que gran parte del ánimo del ser humano, tiene relación directa con las personas que nos rodean.

Otra pregunta es… ¿Quién pueden innovar?   Igualmente pensaría que todos podemos innovar; pero para esto debes estar preparado e informado y conocer lo que está pasando a tu alrededor, sobre todo en el país y en el mundo, es decir estar muy al tanto de los cambios que se dan.

Al reflexionar sobre estas inquietudes, creo que debemos dar un paso hacia atrás y empezar aclarando ¿Qué realmente es innovar? y ¿Qué diferencia hay con crear e inventar?; de hecho, si revisan el diccionario probablemente encontrarán que:

Inventar: Significa, crear una cosa que no existía o pensar una nueva manera de hacer una cosa

Crear: Es la capacidad de hacer una cosa con originalidad

Innovar: Es transformar una idea en realidad creando valor… no sólo es cuestión de inventar cosas.

Entonces, podemos concluir que inventar un nuevo producto (o un servicio) no es innovación, si esto no genera valor sería básicamente un invento y en el mejor de los casos se podría registrar la patente.

Por otro lado, una persona creativa no necesariamente es innovadora, la idea debe tener una aplicación útil en la vida de las personas y generar un rendimiento económico ($$$)

No se trata solamente de cuantas ideas o inventos se generen, de un concurso en el cual se premien “a las mejores” para después olvidarnos de ejecutarlas; sino a qué problemática resuelven.

Por lo que pude leer antes de escribir este blog, la verdadera innovación es cuando tiene un impacto para las personas y se puede implementar, medir, controlar y no olvidemos el rendimiento económico.

La humanidad a lo largo de la historia ha innovado causando gran revolución como por ejemplo la electricidad, el computador, el teléfono inteligente, Airbnb, Uber, Spotify, entre otros.

Airbnb, es uno de los casos más recientes que vale la pena detenerse un instante, y es que, bajo un modelo de negocio totalmente diferente rompió paradigmas y logró atender un problema de alojamiento en los hoteles. En 6 años de vida superó de largo a la cadena líder de Hoteles Hyatt    comenzó con 100 dólares, hoy en día está evaluada en 30 billones de dólares, que es cuatro veces más el avalúo que tiene Hyatt de 7 billones y tiene apenas el 2% de empleados 2.000 vs 100.000 del gigante de 55 años.

Pero también han existido proyectos que han fracasado y que se quedaron en increíbles inventos como los autos a vapor, las televisiones 3D, ya que los clientes buscan resolución 4K; los Google Glass que hoy en día ya no se fabrican más o sin irme muy lejos los Laser Disc que rápidamente fueron reemplazados por los CD, DVDs y ahora el Blue Ray.

Conclusiones

La innovación se puede realizar en cualquier aspecto de nuestra vida, como por ejemplo la forma y frecuencia de hacer compras en el supermercado o en el trabajo por simple que parezca cambiar un proceso o la forma de entregar un servicio, etc.; lo importante una vez más es que tenga un impacto donde se aplique.

En una zona de confort la innovación jamás se da por que las personas, así como las organizaciones deben estar dispuestas a arriesgar, trabajar duro, a sufrir y hasta perder plata.

Ya lo mencioné antes, para innovar debemos prepararnos, estar informados todo el tiempo y saber escuchar las nuevas ideas que pueden venir de personas ajenas a nuestro entorno o negocio, las cuales con una mirada externa pueden decirnos donde estamos fallando o mejor aún donde está el problema.   Tampoco podemos cometer el error de creer que sabemos todo y que todas las ideas las podemos implementar nosotros, si es necesario debemos contratar el recurso que domine el tema y nos ayude en el proceso de implementación.

Pero el ingrediente más importante de la innovación, es no tener miedo al fracaso, debemos estar dispuestos a competir y a trabajar duro, muy duro.  Así, como aceptar que, a veces podemos perder tiempo, dinero.

Un ejemplo de esto es Google que, siendo una empresa tan grande y exitosa, está dispuesta a arriesgar y a invertir mucho dinero buscando una innovación constante aun cuando, en el medio tenga proyectos fallidos como Google Glass.

Siendo una empresa de tecnología no podemos quedarnos atrás y menos ante un panorama difícil, complejo y muy competitivo, NO podemos permanecer quietos… necesitamos idear nuevas formas de hacer las cosas, tener estrategias diferentes que nos permitan mantenernos en el mercado y en el tiempo, reinventarnos de manera permanente. En una sola palabra innovar y para esto debemos trazarnos un objetivo, ser disciplinados, metódicos y ser rápidos al momento de ejecutar y nunca dejar para “después”.

No quiero despedirme del Blog, sin compartir con ustedes algunas de las frases más importantes:

“Al final, o eres diferente… o eres barato”, Guy Kawasaki

“El valor de una idea reside en el uso de la misma”, Thomas Edison

“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, Albert Einstein

“La innovación es lo que distingue al Líder de sus seguidores”, Steve Jobs

“El fracaso más grande es nunca haberlo intentado”, Proverbio Chino

“Prefiero mirar al futuro y soñar, que mirar al pasado y arrepentirme”, James Van Praagh

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