Hace aproximadamente un año empezamos a trabajar en la revisión, evaluación y redefinición de la Misión, Visión y Valores de Inacorp. Durante esta revisión descubrimos algunas cosas interesantes que creo que vale la pena compartir con ustedes, de manera que llegado el momento de revisar la suya, puedan aplicar algunas de las lecciones que aprendimos durante esta tarea.

Conviene empezar explicando un poco qué es esto de la Misión, Visión y Valores. En la Universidad o en la escuela de negocios, generalmente se reciben estos conceptos dentro de las clases de Mercadeo o Estrategia, la idea es contarle un poco a la gente cuál es la Misión o el papel que juega la empresa dentro de la sociedad, la Visión o el objetivo o meta que se busca alcanzar con el trabajo día a día en un mediano o largo plazo y finalmente los Valores o algunas guías que definen el accionar y políticas de la empresa con respecto a ciertos temas clave. Los tres conceptos no sólo tienen un valor de mercadeo sino también uno estratégico, pues una vez definido muchas de las decisiones que se toman deberían responder a estos conceptos como una guía o un rumbo.

Entendido el concepto pasemos a lo siguiente. Durante nuestro análisis empezamos a ver ejemplos de empresas que para nosotros son un modelo a seguir y cómo han plasmado estas 3 ideas de manera que reflejen hacia dónde van y cómo pretenden lograrlo. En ése análisis nos encontramos con algunas ideas interesantes:

  1. Los conceptos tienen varias capas:
    1. Una capa pública donde el objetivo de presentar esta información es netamente “marketinero”. Busca plasmar las ideas de manera que para el público o quien las lee llamen la atención y consigan sumar seguidores de sus ideas.
    2. La segunda capa es la estratégica. En este caso la información normalmente no es pública y es una versión mucho más elaborada de cada uno de estos conceptos, que no serán resumidos en un par de líneas sino en un plan global con objetivos, estrategias, acciones, fechas y todo lo necesario para asegurar que se cumpla (la visión) y que cada uno sepa qué es lo que tiene que hacer para lograrlo (la misión)
    3. La tercera capa es la individual y es aquí donde cada uno de los integrantes de la empresa debe tener claro cómo su aporte es importante para alcanzar los objetivos globales de la empresa. Tener clara una misión y visión por cada una de las áreas y sobre todo asegurar la comprensión de la misma en las posiciones que tienen personal a cargo es fundamental para dar seguimiento a los lineamientos generales de la empresa. Para este punto y el anterior una buena referencia es Amazon, quienes hicieron una gran tarea en la parte estratégica durante sus primeros años y en definir el “modelo” de personas que querían para trabajar en Amazon; por su extensión no voy a profundizar en el tema pero si quieren conocer más al respecto el libro “The Everything Store de Brad Stone” es una referencia que quizás quieran revisar
  2. La Misión, Visión y Valores siempre están sujetos a cambio: Es muy importante mantenerlos actualizados y más en el mundo actual. El mercado cambia mucho y muy rápido y es siempre importante estar revisando nuestros objetivos y asegurarnos de que la función de nuestra empresa esté alineada con la realidad actual. Muchos han sido los casos de empresas que por su visión de túnel se han quedado en el camino al no tener la visión de cambio que el momento requería.
  3. Los valores o cualidades de las personas que trabajan en una empresa son fundamentales para alcanzar la misión y visión planteada. Tener claro qué tipo de personas y qué tipo de cualidades deben tener las personas que van a trabajar en nuestra empresa son un aspecto vital que nos servirán para hacer mejores contrataciones, lograr un mapa de brechas de cada uno de los colaboradores que permitan generar un plan de acción para nivelarlos en las competencias donde requieren mejora y prescindir de quienes no sean capaces de realizar los cambios que la situación exige

Volviendo a nuestra experiencia en Inacorp, luego de muchos años en este negocio nos dimos cuenta que quizás los objetivos que se plantearon hace mucho tiempo ya se habían alcanzado y necesitábamos refrescar y actualizar los mismos. Algunas cosas de fondo no pueden eliminarse, sobre todo porque nuestra misión hablaba del cuidado al cliente y la calidad del servicio que para nosotros son inamovibles. Pero sí en el punto del horizonte al que debemos apuntar.

El entender cada una de las capas de la Misión, Visión y Valores nos dio mayor claridad de la tarea que debíamos realizar dentro de nuestra compañía para obtener un producto final de mayor calidad. Asumirlo de esta manera nos hizo entender también el valor estratégico que está contenido dentro de estos tres conceptos y a día de hoy puedo decir que el cambio es evidente:

  1. Las decisiones se volvieron más sencillas: Con los objetivos más claros es más fácil entender los pasos intermedios que debemos tomar para alcanzar nuestros objetivos
  2. El compromiso es a otro nivel: Con las metas claras el compromiso de quienes participaron en elaborar esta nueva Misión y Visión creció
  3. Tuvimos que tomar decisiones difíciles: Muchas de ellas que involucraron prescindir de algunas personas y entender quiénes de las que se quedaban debían mejorar algunos aspectos. Como lo expliqué antes, este proceso nos dio una claridad para entender los pasos intermedios que debíamos lograr en el camino a esta nueva Visión y ahí uno de ellos, fundamental, fue desprendernos de personas que nos acompañaron a alcanzar los objetivos planteados hace mucho, pero que probablemente no eran los idóneos para la siguiente etapa en nuestro camino
  4. El personal entendió el cambio: Cambio es una palabra que genera mucho miedo, la gente teme lo que no conoce y lo normal es estar apegados a la zona de confort. En este caso la comunicación clara y concisa hizo que mucho de este cambio sea entendido y aceptado por nuestros colaboradores

Tal vez no es el momento de hablar de todos los cambios que hemos visto en nuestra empresa, ojalá en algún momento sea conveniente o pertinente ampliar un poco más este artículo que va más cargado de experiencia, en carne propia, de lo que nos ha tocado vivir para transformar nuestra empresa en el “Inacorp del futuro”.

El mundo de la tecnología cambia mucho y muy rápido, cada día aparecen nuevas tendencias, tecnologías, soluciones y nuevas formas de hacer las cosas que, si nos dormimos, se convierten en amenazas, pero que si las tratamos proactivamente podemos convertirlas en instrumentos de oportunidad para nosotros. Al haber reformado y estudiado a profundidad “el por qué” de nuestra empresa, hemos logrado llenarnos de oportunidades y de ver nuestras debilidades como áreas de mejora que ya estamos aprovechando. El camino del cambio siempre es complicado, pero el secreto está en la buena comunicación; un cambio tan profundo como este, sin embargo, no puede dejar de comunicarse y reforzarse en la mente de nuestros colaboradores día a día y es ahí donde está el foco de nuestros esfuerzos actualmente.